Este fin de semana ha tocado hacer algo que siempre me recordara a mi abuela. Los suspiros,esos dulces que tienen olor a merienda de las de antes,esas meriendas incomparables!
Tras investigar y probar,me han quedado de rechupete haciendolas así:
Necesitaremos que las claras de huevo estén a temperatura ambiente. Debemos pesar las claras,y necesitaremos utilizar el mismo peso que el de las claras en azúcar blanco y en azúcar glass respectivamente. Se necesitan también una cucharada de maicena y otra cucharada de vinagre, junto con un pellizco de sal.
Comenzaremos a montar las claras,con unas varillas eléctricas, e iremos añadiendo los dos tipos de azúcar, en 3 veces cada uno. Posteriormente, añadiremos la maicena,la sal y continuamos batiendo. Por último, se añade la cucharada de vinagre.
El merengue estará listo cuando se hayan formado picos y este firme. ¡Ojo, la prueba de fuego es que al darle la vuelta al cuenco no se nos caiga!
Si se quieren hacer merengues de colores,no hay mas que echar unas gotitas de colorante alimenticio.
El horno debe estar pre-calentado entre 100 y 130 grados. Horneamos los merengues durante 75 minutos. Hay que ir observando los merengues atentamente,para lograr que estén duros por fuera,levemente tostados y que por dentro sean de consistencia blanda. Por ello,controlar los tiempos en el horno es lo mas importante. Hay recetas que dicen que deben estar entre 90 y 120 minutos,yo los tengo un poco menos y han resultado perfectos.
Cuando estén listos,se deben dejar reposar en el horno(apagado y cerrado) durante unas horas. Si los hacéis por la tarde,que pasen la noche en el horno.
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